El programa del congreso contó con tres itinerarios formativos (Periodoncia/Interdisciplinar/Digital, Higiene/Prevención y Gestión y Calidad Asistencial de la consulta dental). “Nuestro objetivo es aportar algo nuevo y, en esta ocasión, ponemos especialmente el foco en simplificar la labor del clínico de a pie, para mejorar en predictibilidad y efectividad, tanto en prevención y tratamiento de enfermedades periodontales como periimplantarias”, detalló el Dr. Alberto Monje, vocal de eventos científicos de SEPA. En la misma línea, el presidente de SEPA hasta el congreso, el Dr. José Nart, afirmaba que “es una oportunidad única de conocer claves prácticas que pueden aplicarse de forma inmediata a la consulta y contribuir a la mejora de la calidad asistencial”. “Es el congreso en el que cualquier disciplina médica, especialmente odontológica, encuentra su sitio y halla respuestas a dilemas que se le plantean en el día a día”, destacaba la Dra. Paula Matesanz, vicepresidenta de SEPA en el congreso y ya presidenta oficial.

SEPA lleva apostando durante más de una década por la internacionalización. Por eso, el Congreso se concibió como una reunión global e internacional con un gran atractivo para los especialistas en todas las áreas de la Odontología. “Uno de nuestros objetivos es conseguir que los expertos mundiales quieran mostrar sus hallazgos y técnicas en nuestro Congreso y que, además, el programa llame la atención y atraiga a participantes no solo de Latinoamérica, sino también de habla no hispana”, afirmó el Dr. Monje.
El Congreso se desarrolló con un enfoque interdisciplinar pero siempre con la periodoncia en el centro. Las enfermedades de las encías (periodontales) están entre las enfermedades crónicas más prevalentes en el ser humano. Con datos globales, del año 2010, la periodontitis avanzada era la sexta patología más prevalente, afectando a 743 millones de personas a todo el mundo (11,2%). No se trata de una patología menor. “Su asociación con el dolor, la pérdida dental, la alteración de la función masticatoria y el deterioro estético conlleva una merma en la autoestima y en la capacidad de relación social y laboral”, subrayaba el Dr. José Nart. Los datos epidemiológicos recogidos en España sugieren, según la encuesta más completa (de 2005), que en adultos entre 35-44 años, solo el 14,8% tendría las encías sanas, el 59,8% tendría gingivitis, y el 25,4% periodontitis. Y en personas de 65-74 años, solo el 10,3% tendría las encías sanas; el resto tendría algún tipo de enfermedad periodontal (el 51,6% tendría gingivitis y el 38% periodontitis). Estos datos han sido recientemente confirmados por el estudio epidemiológico bucodental más amplio realizado en España sobre población laboral, en el que se observó un 38,4% de individuos con necesidades de tratamiento periodontal, incrementándose la prevalencia significativamente a partir de los 45 años.
Por su parte, la prevalencia de periimplantitis en España es alta, y va en aumento. Se estima que afecta a aproximadamente al 24% de los pacientes con implantes dentales, pudiendo afectar a medio plazo a 1 de cada 4 personas con implantes. La mucositis periimplantaria (inflamación de las encías) es aún más común, alcanzando el 27% en algunos estudios, lo que significa que más de la mitad de los pacientes con implantes pueden desarrollar algún tipo de enfermedad periimplantaria.
Promoción de la salud periodontal
Durante el Congreso, se presentó la ‘Estrategia de Promoción de Salud Periodontal’ para España, en línea con la posición de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que subraya que la salud bucodental es un componente inseparable de la salud general y que los países necesitan estrategias nacionales claras para abordarla. El encargado de coordinar este trabajo, que se inicia ahora, es un reputado experto en Salud Pública, el Prof. Joan Carles March, de la Escuela Andaluza de Salud Pública (EASP), quien cataloga esta iniciativa de “muy valiosa y oportuna”. Según apuntó, “impulsar esta estrategia en España significa trasladar al ámbito nacional una agenda internacional basada en evidencia científica y en salud pública”. Además, añadió, “SEPA tiene una amplia trayectoria de liderazgo profesional, lo que le otorga credibilidad para dinamizar el proceso y generar consenso”.
Desde la Fundación SEPA, se exponen numerosos argumentos que justifican la puesta en marcha de este ambicioso proyecto. “La salud bucodental en España presenta desafíos persistentes, y para hacer frente a ellos sería importante contar con una estrategia nacional que permitiera ordenar esfuerzos, priorizar inversiones y establecer objetivos medibles”, según subrayó la Dra. Ana Molina, que forma parte de la Junta Directiva de SEPA. Entre estos desafíos, resaltan especialmente: la alta prevalencia de las enfermedades bucodentales en nuestro medio; las desigualdades de acceso y ausencia de una política estatal homogénea; y la creciente evidencia científica que muestra relaciones sólidas entre salud oral y enfermedades sistémicas (como diabetes, enfermedades cardiovasculares o complicaciones del embarazo, “lo que exige un enfoque coordinado”.
La adaptación a España de las recomendaciones y directrices que señala la OMS en su informe “Global strategy and action plan on oral health 2023–2030”, obedece a una necesidad, dado que cada país tiene características epidemiológicas, organizativas y socioeconómicas propias. En el caso de España, como detalla el Prof. Joan Carles March, es necesario tener en cuenta tres factores fundamentales: “1) La prevalencia de enfermedades periodontales y caries sigue siendo elevada, especialmente en grupos vulnerables; 2) El sistema sanitario combina prestación pública limitada y un sector privado muy amplio; 3) Existe una desigualdad territorial y social en el acceso a la atención de la salud bucodental”. Por ello, “no basta con trasladar de forma literal la estrategia de la OMS: es necesario contextualizarla, priorizar áreas concretas y ajustarla al sistema español, para que sea operativa y realista”, aclaró este experto
De manera general, una adaptación nacional de este orden suele apoyarse en cuatro pilares fundamentales:
- Análisis de situación: revisar datos epidemiológicos actuales, identificar brechas de acceso y evaluar la capacidad asistencial.
- Prevención y promoción de la salud: impulsar políticas de educación, programas escolares, campañas poblacionales y actuaciones comunitarias.
- Integración de la salud bucal en la salud general: promover que la Odontología se coordine con Atención Primaria, Medicina Interna, Geriatría, Pediatría, Diabetes, Cardiología, etc.
- Mejorar el acceso y la equidad: propuestas para ampliar coberturas, priorizar grupos vulnerables y reducir desigualdades.