Un estudio de la Universidad de Wyoming publicado en Microbiology Spectrum descubre que un polifenol presente en los árboles de arce, conocido como ECG, puede frenar la formación de placa bacteriana y convertirse en un ingrediente clave para futuros productos de higiene bucal.
La lucha contra la caries podría contar con un nuevo aliado: los árboles de arce. Investigadores de la Universidad de Wyoming han demostrado que un compuesto natural llamado (-)- epicatechin gallate (ECG), presente en la savia y en la madera de este árbol, reduce la formación de biofilm dental, responsable directo del desarrollo de caries.
El biofilm, conocido como placa bacteriana, se forma cuando las bacterias como Streptococcus mutans se adhieren a los dientes y producen ácidos que dañan el esmalte. El estudio confirma que el ECG bloquea una enzima esencial para que estas bacterias puedan fijarse y crecer, lo que impide que la placa se refuerce.
Las pruebas se realizaron en modelos de laboratorio y sobre discos de hidroxiapatita. Los resultados mostraron que el ECG frena la adhesión bacteriana y lo hace con mayor eficacia que otros compuestos similares ya estudiados, como el EGCG del té verde.
Otra ventaja importante es su seguridad, al ser un compuesto presente en alimentos, podría usarse en enjuagues bucales o pastas dentales infantiles sin riesgo si se ingiere accidentalmente. Actualmente, la universidad trabaja en el desarrollo de productos basados en este descubrimiento que podrían representar un gran avance en la prevención de caries.