En los últimos años, la odontología ha experimentado un cambio de paradigma gracias a los avances en biología molecular y genética. Uno de los desarrollos más prometedores procede de Japón, donde un equipo de investigadores explora la posibilidad de regenerar dientes naturales mediante un fármaco experimental.
De acuerdo con Science Alert, el equipo, liderado por Katsu Takahashi, jefe del Departamento de Odontología y Cirugía Oral en el Hospital Kitano, lleva años estudiando los genes responsables del crecimiento dental. En 2021, publicó en Scientific Reports un estudio en ratones que demostraba cómo, al bloquear la proteína USAG-1, se podía permitir el crecimiento de nuevos dientes.
La proteína USAG-1 actúa como un regulador negativo en el desarrollo dentario, inhibiendo las señales que controlan la formación de nuevas piezas. Al bloquearla, los investigadores observaron la aparición de un “tercer juego” de dientes en modelos animales, lo que sugiere que los humanos podrían conservar brotes dentarios inactivos desde etapas embrionarias. Este hallazgo respalda la hipótesis de que ciertos casos de hiperdoncia —la presencia de dientes supernumerarios— serían consecuencia de la activación espontánea de estos brotes.
El objetivo del proyecto es desarrollar un tratamiento farmacológico seguro y eficaz capaz de activar ese potencial regenerativo de forma controlada. Si se confirma su eficacia en humanos, este enfoque podría transformar la práctica clínica, ofreciendo una alternativa biológica a los implantes y prótesis convencionales. En lugar de sustituir una pieza perdida, se estimularía el propio organismo para formar una nueva.
Los ensayos clínicos iniciales ya están en marcha en Japón, con un grupo reducido de adultos tratados con una dosis intravenosa del fármaco. Durante los próximos meses, el equipo evaluará su seguridad, tolerancia y capacidad de inducir el crecimiento dentario, con la expectativa de disponer de resultados concluyentes en los próximos años.
Más allá de la aplicación práctica, el estudio plantea interrogantes científicos de gran relevancia: cómo se comportan las células madre dentales en adultos, qué mecanismos genéticos determinan la activación de los brotes, y cómo garantizar que el nuevo diente alcance la forma, posición y funcionalidad adecuadas. También se analizan los posibles efectos secundarios, como el riesgo de crecimiento no deseado o alteraciones en la estructura ósea maxilar.
Este enfoque sitúa la investigación odontológica en el centro de la medicina regenerativa moderna. La posibilidad de estimular la formación natural de dientes representa un cambio de paradigma: de la reparación protésica a la regeneración biológica. Si los resultados clínicos confirman las expectativas, la odontología podría entrar en una nueva era en la que las soluciones farmacológicas complementen o incluso reemplacen los tratamientos quirúrgicos tradicionales.
En definitiva, la investigación liderada por Takahashi marca un hito en la intersección entre odontología, genética e investigación farmacológica, abriendo la puerta a tratamientos que algún día podrían permitir que los seres humanos vuelvan a desarrollar dientes naturales de manera controlada y segura.