B-ONE: Tras su reciente reelección como presidente de la CRADO, ¿qué logros del mandato anterior destacaría como más relevantes para la odontología universitaria española?
Dr. Lluís Giner: La Conferencia de Decanos de Odontología, desde sus inicios, y me remonto no solo a la presidencia del Dr. José Carlos de la Macorra, con quien fui secretario, sino incluso antes con el Dr. Mariano Sanz, siempre ha tenido entre sus metas el impulso del gran cambio que supuso el proceso de Bolonia. Dentro de esta revolución, la CRADO ha tenido mucha trascendencia, porque hemos estado en contacto directo con el Ministerio de Educación y, sobre todo, con la Secretaría de Universidades, para ir adaptándonos a las pequeñas modificaciones o directrices que han surgido desde la Unión Europea.
Pero no solo Bolonia y sus consecuencias, también ha sido muy importante el trabajo realizado en cuanto a las especialidades del conocimiento que se están implantando en todas las universidades y que está directamente relacionado con las plazas docentes universitarias. Este paso tiene una gran trascendencia.
Y no nos olvidamos del trabajo que hemos hecho junto con las sociedades científicas y el Consejo General de Dentistas para avanzar en las especialidades odontológicas en España. Hoy estamos un poco más cerca de conseguirlas.
B-ONE: ¿Cuáles son las prioridades o grandes retos que se ha marcado para los próximos cuatro años al frente de la Conferencia?
Dr. Lluís Giner: Una de ellas es la adaptación a la normativa, porque ahora sí habrá un cambio importante de las directrices europeas. Debemos tener en cuenta que nuestra orden CIN/2136 es de 2008, aunque ya empezamos a trabajar en ella en 2005. Es decir, se han cumplido 20 años con esa directriz y en este tiempo hemos visto cambios importantes; como ejemplo claro: la digitalización, y en los últimos tiempos también la inteligencia artificial. Por lo tanto, tenemos que poder adecuar nuestras materias. Se está haciendo un esfuerzo para poder tener una propuesta para remitir al Ministerio lo antes posible; en concreto, la Universidad Complutense de Madrid, con el Dr. David Herrera al frente, está preparando un primer borrador para empezar a trabajar en ello.
Por otra parte, estamos trabajando muy intensamente con el Consejo y las sociedades científicas en el desarrollo de la ley de especialidades de la Odontología.
Y, como apuntaba anteriormente, estamos desarrollando las especialidades del conocimiento de los departamentos universitarios. Partimos de un área única, que es la Estomatología, con lo cual hasta ahora podías necesitar un profesor para ortodoncia pero se podía presentar un experto en cirugía bucal; esto genera complicaciones para la docencia. Por tanto, ahora se han perfilado más estas especialidades del conocimiento a través de varias materias amplias. Se sigue respetando la movilidad de profesorado, como nos pide el Ministerio, pero agrupamos de alguna manera al profesorado en materias: cirugía, periodoncia, restauradora, ortodoncia, preventiva, etc.
Estamos desarrollando las especialidades del conocimiento de los departamentos universitarios. Partimos de un área única, que es la Estomatología, con lo cual hasta ahora podías necesitar un profesor de ortodoncia pero se podía presentar un experto en cirugía bucal
B-ONE: En materia de especialidades odontológicas, ¿en qué punto estamos?
Dr. Lluís Giner: Es un camino lento pero tenemos muchas esperanzas. Las sociedades científicas han preparado los documentos para definir los especialistas que se necesitan, sus competencias, etc. El Consejo, con el Dr. Óscar Castro al frente, está haciendo una gran labor en este sentido, también el Dr. Daniel Torres Lagares, que preside la Comisión de Especialidades Odontológicas dentro del Consejo. Vamos todos a una.
Llevamos ya varios meses presentando la propuesta a las Consejerías de Salud de las Comunidades Autónomas porque necesitamos el apoyo de siete como mínimo; si son más, mucho mejor. Pero no es un apoyo en el sentido ideológico, es un respaldo real donde se incluyen recursos para el control de la calidad. Una vez tengamos el apoyo de las Comunidades Autónomas, acudiremos con la propuesta a la Dirección General de Ordenación de Profesiones Sanitarias del Ministerio de Salud. A partir de ahí, se generará un debate de cómo llevarlas a cabo, porque los odontólogos no somos como los médicos en el sentido de que no desarrollamos nuestra actividad en hospitales principalmente.
B-ONE: La enseñanza de la odontología evoluciona rápidamente. ¿Qué cambios curriculares ve imprescindibles en las facultades españolas en los próximos años?
Dr. Lluís Giner: Es necesario un nuevo marco para adecuar la formación a la digitalización y a los avances en la inteligencia artificial. Son cambios desde la perspectiva técnica, pero es algo tan global y de tanto alcance que nos ha absorbido a todos. Todas las facultades han ido adaptando sus planes de estudio a medida que se sucedían los avances digitales, pero realmente ha llegado el momento de dar un cambio relevante que quede contemplado en la nueva orden CIN de las titulaciones de Odontología. Hasta ahora, cada facultad ha ido integrando la tecnología o la inteligencia artificial en función de sus posibilidades. Por ejemplo, en la UIC y en otras universidades se están tomando impresiones digitales de los pacientes y se hace diseño digital de las prótesis; esta impresión digital nosotros en la UIC la trasladamos a los simuladores virtuales y el alumno puede hacer el tratamiento en el simulador virtual apoyado en inteligencia artificial, todo supervisado y con los parámetros que ha incluido el profesor. Hay que reconocer que la IA es un gran avance, pero también sabemos que estamos en los inicios de una revolución.
Pero no solo hay una revolución digital, también hay un cambio importante en cuanto a sostenibilidad, compromiso social, en la prevención y el mantenimiento de la salud sistémica como profesionales sanitarios. No vamos a tratar nada que no sea de nuestro ámbito y no forme parte de nuestras competencias, pero sí podemos ayudar a diagnosticar patologías generales y ayudar al paciente para que acuda al médico que corresponda; pensamos en la salud global de la población.
B-ONE: En la CRADO participan todas las universidades públicas y privadas. Además de la financiación, ¿existen diferencias entre unas y otras en cuanto a cómo abordar la enseñanza?
Dr. Lluís Giner: En la CRADO se agrupan todas, las públicas y las privadas. Ahora mismo somos 27 y entre este año y el próximo está previsto que abran cinco facultades más. Está creciendo el número de centros de manera importante, básicamente a través de universidades privadas. Tenemos la norma CIN de 2008 a la cual todos tenemos que adaptarnos en cuanto a competencias y evidentemente las agencias de calidad evalúan y verifican que se cumplen los requisitos mínimos.
En mi opinión, en España se están haciendo bien las cosas y la formación que se imparte es de calidad. En el ranking QS, que es el más potente, tenemos varias facultades de Odontología españolas: la Complutense de Madrid, la UIC o la Universidad de Barcelona. También en el Ranking Shanghai vemos que cada año sube alguna facultad española. Estamos haciendo las cosas razonablemente bien en cuanto a formación y preparar a los alumnos para su salida laboral.
B-ONE: ¿Es lógico y necesario que España cuente en este momento con 27 centros universitarios impartiendo Odontología?
Dr. Lluís Giner: Hay varios aspectos a tener en cuenta. Por un lado, no podemos negar que estamos integrados en un mundo globalizado y el movimiento entre países de estudiantes y profesionales es creciente. En este sentido, en muchas facultades de Odontología tenemos un alto volumen de alumnos extranjeros que acuden a España por diversos motivos a formarse. También observamos la movilidad de los profesionales, unos porque lo desean y otros porque ven mejores condiciones fuera.
Por otro lado, no podemos negar que en general las facultades de Odontología tienen más demanda que oferta de plazas. Por lo tanto, cuando se solicita al Ministerio el permiso para abrir una nueva facultad de Odontología porque existe demanda, la respuesta suele ser positiva.
Ahora bien, si nos fijamos en la otra cara de la moneda, es decir, el volumen de dentistas por habitante, hay un cambio de perspectiva. El Consejo General de Dentistas lleva años denunciando que se supera la recomendación de la OMS en cuanto a la cifra de dentistas por volumen de habitantes, y esto también es una realidad.
No podemos negar que, en general, las facultades de Odontología tienen más demanda que oferta de plazas; por lo tanto, cuando se solicita al Ministerio el permiso para abrir una nueva facultad de Odontología, la respuesta suele ser positiva
B-ONE: Usted tiene una gran trayectoria en el ámbito docente, conoce los modelos de otros países. ¿Qué métodos o sistemas de enseñanza deberíamos importar de otros países?
Dr. Lluís Giner: Como decía, hoy todo está muy globalizado. He estado recientemente en una reunión de decanos de Odontología en San Francisco (EEUU) y también en agosto en Dublín (Irlanda) con la ADEE (Association for Dental Education in Europe), la principal conclusión es que todos observamos ese avance de la digitalización como una nueva manera de entender la enseñanza en Odontología. Si nos fijamos en el plano europeo, las diferencias entre las facultades son pocas en cuanto a cómo impartir la formación.
En España tenemos algunos aspectos que son ejemplo para otros. Por ejemplo, la atención solidaria es muy buena, y ahí tenemos que destacar a la facultad de la Universidad de Sevilla y al Dr. Antonio Castaño, que con generosidad nos han dado la mano a otros centros para entrar en este mundo de la solidaridad. También somos ejemplo en la apuesta por la simulación virtual, porque vemos que es positivo para la formación y da seguridad al paciente. La CRADO es un ejemplo en Europa en cuanto a colaboración de las facultades y nuestra vocación de mejora.
B-ONE: ¿Qué consejo daría a aquel estudiante de los últimos años del grado que está a punto de salir al mundo laboral?
Dr. Lluís Giner: Siempre les digo que no se olviden de la excelencia, lo que has aprendido en la facultad mantenlo y evoluciona porque debes seguir formándote. La mejora del conocimiento va a generar una sensibilidad intelectual. Y también insisto en que busquen algo que les motive especialmente dentro de la Odontología, porque seguro que si hay algo que te gusta, despuntarás. Y no me estoy refiriendo solo a la especialización en una materia concreta. Hoy necesitamos tanto a los especialistas como a los dentistas generales que coordinen a los primeros, toda opción es buena.
Y también les aconsejo que reconozcan sus límites. No pasa nada por reconocer que una determinada técnica o un tipo de caso no es tu fuerte; es mejor reconocerlo y dejar que lo haga otro compañero o formarte para saber hacerlo.